domingo, 15 de abril de 2012

Incertidumbre de quién no sabe.


Istanbul, Turquía. Agosto 2011. Preciosa ciudad.

Te pido un favor, escucharla sin mirar las imágenes... Su voz no engancha con su imagen. Alucinante. Me enamorao.

Pero recomiendo ver este también, en directo: http://www.youtube.com/watch?v=4r7gbmo-1Fs&feature=related
¡Me planteo ver esta chica en directo!

Es extraño, tengo ganas de escribir, pero no sé exactamente de que hablar. No sé si os ha pasado alguna vez, esa sensación de querer "descargarte" de algo, y no saber como. Pues eso es lo que quiero hacer yo en estos momentos. Normalmente mi solución es decirlo. Contárselo a alguien. Pero no puedo hacerlo con todo el mundo. Conozco personas que pueden contarle fácilmente su vida a la gente. En mi caso, es todo lo contrario. Para que alguien sepa fragmentos de mi vida, antes debe formar parte de ella. 

A veces el silencio sustituye a las palabras. El silencio mutuo de aquél que te conoce. Miradas fortuitas que desnudan tus sentimientos. Unos ojos verdes que traspasan tus fronteras personales, y te dejan al descubierto. Sinceridad sin tapujos. Ese momento de confesión, es irrepetible. 

En una sola mirada puedes ver tu futuro en ella. Quieres que ese momento no termine, que se alargue. La dulzura de sus ojos verdes es increíble. Como se le achinan cariñosamente, siendo la persona más hermosa del mundo. Y como de repente, sus labios se transforman en una sonrisa preciosa, la más bonita que has visto. En esos instantes desearías que su rostro fuera un recuerdo eterno. Los momentos fluyen constantemente, y nunca podrán volver a repetirse. Puedes verlo de dos formas: como algo nostálgico, porqué nunca volverá a suceder; o como algo positivo, porqué has tenido la suerte de vivirlo. ¿Cuál es la correcta? Por voto popular, supongo que la segunda. Pero seré sincera: para mí, es una mezcla de las dos. En un principio, pienso en la suerte de haberlo vivido, pero por desgracia, mi mente cae en la red de la nostalgia. Saber que todo momento es único y que hay que exprimirlo al máximo.

El tiempo corre muy rápido, cada vez lo veo más. Me da miedo. Miro el calendario y es abril. Hace nada empezaba la universidad, cuatro años contados. Fue un duro comienzo, enferma. Posteriormente los mejores años que he vivido, conociendo gente que me ha hecho sentir una persona especial. Finalmente, madurar. Aunque no lo creamos, todos estamos en un proceso de maduración continuo. Queremos crecer y ser mejores personas. Somos jóvenes pero sufrimos muchos baches en nuestra corta vida. Aprendemos de la experiencia y la acumulamos día tras día en nuestro bolsillo personal. Calificamos los errores, les redistribuimos, y potenciamos virtudes que escondíamos y no sabíamos. Nunca es tarde para hacer lo que quieres. Debes lanzarte y conseguirlo. Huir del miedo. Me rodea sutilmente, quiero echarlo fuera. Aun estoy aprendiendo.

Los recuerdos son eternos. Se mantienen los buenos, vuelven los malos. Hay otros que olvidas, ¿por qué? Intento entender como nuestra mente selecciona cuáles se quedan y cuáles se van. ¿Tenemos una "papelera de reciclaje" donde podamos reconstruir esos recuerdos que queremos recuperar?

Últimamente me doy cuenta que hay cosas que no recuerdo, y me da rabia. Un ejemplo, los viajes. Sitios que he tenido la suerte de ir y descubrir, y me cuesta recordar ciertas anécdotas. Pero aplaudo al creador de la cámara fotográfica, que gracias a ella, las fotografías me llenan la mente otra vez de recuerdos. Que alguien te envíe un mensaje y te comunique que vio fotos tuyas, y que le duele que haya perdido el contacto. ¿Qué responder a eso? Un mensaje que te descoloca y no sabes que responder. Te duele, pero sabes que no es culpa tuya. Te hacen sentir culpable. Odio esta sensación. Me gustaría tener un poquito más de carácter, y ignorar. Por desgracia no sé como responder.

Y es en estos momentos, en los que únicamente quieres una cosa. El abrazo de aquél al que quieres. Que te rodee con sus brazos, y apriete con todas sus fuerzas. Un abrazo en el que afloran muchos sentimientos, aunque sea el gesto más simple. Un abrazo acompañado de un beso en su mejilla, en tu mejilla. Silencio y amor. Un beso en su cuello, un suspiro por su parte. Sientes lo mismo. Te echas hacía atrás, compartes su mirada. Nuestras narices se cruzan, un roce dulce, un beso lleno de amor. Y mirarle y saber del cierto que lo quieres. Que vivirías cada segundo a su lado, porqué no quieres nada más que su compañía. Que te entiende, te conoce. Que ves una vida junto a él... ¿Será recíproco? 

Sólo espero ser la creadora de cada una de sus sonrisas. Que su día a día sea una metamorfosi de felicidad, y que él siempre sea feliz junto a mí o sin mí. Es mi hogar y cuidaré de él. 

Si te gusta este tipo de música, lo verás entero, palabra. Me cuesta describirlo, pero lo he encontrado y para mi lo clava: folk/reggea/ragga. 
Alucinante, me ha robado el corazón: http://www.youtube.com/watch?v=2leueLzVj7A&feature=relmfu

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