Aunque no nos fijemos, al lado siempre tenemos personas que intentan sacarnos lo mejor de nosotros. Buscan esa sonrisa que tenemos escondida, se empeñan en multiplicarte tus carcajas, interiorizan tus debilidades para sacar tus mejores virtudes al aire, y sobre todo, te ayudan a crecer como persona.
Con la experiencia, te das cuenta que de estas personas que merecen la pena, hay muy pocas. Realmente dudas de su existencia y te empeñas en creer que sólo hay gente egoísta y hipócrita a tu alrededor. Conocerlas te da la suerte de llegar a conocerte a ti mismo, y descubrir bondades propias que pensabas que habían desaparecido.
Son personas que te hacen sentir afortunidas con detalles taaan pequeños, que vienen ganas de frotarte los ojos y preguntarte, "esto es un sueño?"... Pero es un sueño que quieres que sea interminable, en dónde los minutos pasen aún más lento y no haya ni prisas ni ansias.
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En una habitación, dos personas. Sus ojos se entrecruzan, mirándose fijamente, repasando sus sentimientos entre caricias. Sensaciones indescriptibles, imposibles de transformarlas en palabras. No existe tristeza alguna. Más bien nostalgia, consecuencia del miedo al mañana, miedo a no querer perder al receptor de tus besos. Crees en la suerte? Porqué yo cada día la veo más presente en mi corazón.
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